“¿Quién puede poseer la morada de los dioses?”
Tierra, terreno, terreiro
DOI:
https://doi.org/10.9771/lj.v2i0.55956Palabras clave:
terreiros, património cultural, posesión y propiedad, diáspora negra, antropología del derechoResumen
¿Qué pasa cuando orixás, ancestros y espíritus cruzan los muros de los terreiros para asentarse en documentos y órganos burocráticos? ¿Cuándo rayan no solo la metrópolis, pero también la arquitectura de las institucions? El artículo explora la contaminación entre nomos (el mundo normativo estatal) y axé (el mundo normativo del afroatlántico), a partir el proceso de patrimonialización de la Casa Branca do Engenho Velho (Salvador, Bahia), primer templo de candomblé reconocido oficialmente en Brasil al nivel federal, en la década de 1980. A lo largo del conflicto (fundiário y ontológico) por el mantenimiento de la vivienda de los dioses negros, imaginaciones contrastivas sobre la tierra (reconvertida a llano) y la nación (en su multiplicidad enredada) cohabitan no solo en los discursos y prácticas del povo-de-santo sino también en las mitologías y ritos de funcionarios públicos desposeyendo los sentidos de la ciudad, de los derechos, de las herencias y de los patrimonios.